Cualquier padre entiende lo difícil que es ver a un hijo enfermo. En California, cerca de 700,000 niños en edad escolar sufren de síntomas de asma, y como padres los vemos sufrir con dificultades respiratorias debidas al estrechamiento de sus vías respiratorias.
Ser padre es pasar innumerable horas en casa y en la sala de emergencias, faltando al trabajo y haciendo todo lo posible para que nuestros hijos mejoren y salguen adelante. Es una realidad especialmente cierta para las familias latinas de California, que padecen de asma en proporciones de 30 por ciento más elevadas que los blancos.
No es una coincidencia que los latinos tengan más probabilidades que otros grupos demográficos de vivir cerca de plantas de energía, refinerías químicas, instalaciones industriales, carreteras importantes y otras fuentes de contaminación. Sabemos que los niveles más elevados de contaminación de ciertas partículas procedentes de estas fuentes resulta en mayores tasas de asma y cáncer, y somos nostros latinos que representan aproximadamente las dos terceras partes de los residentes de los códigos postales que ocupan el 10% de las zonas mas contaminadas.
Según los científicos dicen que es parte de las grandes transformaciones que está experimentando el clima global, ha empeorado las cosas: la falta de lluvia ha contribuido a incendios fuera de control que aumentan la contaminación del aire, y el ascenso de temperaturas ha agravado la contaminación de areas como Los Ángeles, el Valle Imperial, Coachella y el Valle Central.
Por eso precisamente es por lo que el clima es importante para los latinos. Para nosotros, no es cuestión de osos polares o islas que se hunden, sino del aire que respiran nuestros hijos.
Las leyes de California sobre el cambio climático han puesto límites estrictos a la contaminación de instalaciones industriales, combustible de transporte y otras fuentes, para ayudar a nuestras comunidades ser más saludables. Ya estamos viendo resultados: Al momento, California segue reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero a los niveles del 1990 antes del 2020, que es el objetivo actual de una normativa histórica, la ley AB 32.
En Los Ángeles, los límites de contaminación de California han reducido las toxinas cancerígenas de la cuenca de Los Ángeles en un 65 por ciento desde el 2005.[1] Aunque los niveles de contaminación todavía son demasiado elevados (según la Asociación Norteamericana del, Los Ángeles sigue siendo la primera de la lista en cuanto a la contaminación del aire), son pasos importantes para asegurarnos de que el aire que respiren nuestros hijos es sano y seguro.
Las leyes de California sobre el cambio climático también ayudan al bolsillo de nuestras familias latinas. En total, las familias latinas gastan la mayoria de sus ingresos en transporte y servicios públicos, y resienten más la subida del precio de la gasolina. Tambien seguimos promoviendo a carros de combustible mas eficiente y electrodomésticos con buen consumo de energía, con un enfoque en el transporte público y mejor planificación urbana para que familias no tengan que depender tanto en los carros.
Esto significa que los consumidores, nosotros latinos podemos gastar menos dinero en gasolina y facturas de servicios públicos. Por ejemplo, se espera que nuevos carros de consumo más eficiente e inversiones en biocombustibles disminuyan los gastos relacionados con el manejo de carros en un 30 por ciento antes del 2020, con lo que los consumidores podrían ahorrar más.
Tambien tendremos mas mejoras de aclimatación en la vivienda por ejemplo, nuevo aislamiento para paredes y ventanas de panel doble para reducir las facturas del gas y la electricidad para millones de familias del estado. De hecho, las medidas eficientes para reducir el consumo de energía han ahorrado mas de $75 mil millones en California desde el 2006.[2]
Finalmente, las leyes sobre el cambio climático representan trabajos especializados de alta calidad para nosotros. Hasta la fecha, se han creado aproximadamente medio millón de puestos de trabajo en el sector de energía limpia de California, y la industria sigue creciendo. Trabajos como la instalación de paneles solares y mejoras de aclimatación de la vivienda ofrecen empleos bien pagados gracias a las nuevas oportunidades que se ofrecen a través del programa de inversiones sobre el clima de la ley AB 32. Estos trabajos de energía limpia significan que las familias latinas pueden planear para el futuro en vez de limitarse a sobrevivir.
El compromiso de California en la lucha contra el cambio climático mejora la salud de nuestro hijos, con costos más bajos y mas oportunidades de trabajo para las familias latinas. Muchos de estos beneficios ya se han hecho realidad.
Pero todavia nos queda mucho que recorrer antes de que todos los niños latinos puedan respirar aire puro, y el progreso alcanzado hasta la fecha está en una situación frágil. Las compañías petrolíferas y otros generadores de contaminación están luchando contra las nuevas leyes, presionando a los legisladores y al gobernador para que vuelvan a las leyes de antes y detengan el progreso. Por nuestros hijos, no podemos dejar que tengan éxito. Seguimos adelante.
